Visitamos Pasajes y la bonita San Sebastián.
[lwptoc]
Visitamos Pasajes y la bonita San Sebastián.
Amaneció igual que anocheció, con una persistente lluvia que no parecía tener intención de irse. No apetecía mucho ponerse en marcha con ese tiempo, así que decidimos desayunar en el camping y coger fuerzas para afrontar el día que teníamos por delante. El delicioso pintxo de tortilla de patata que me sirvieron me bastó para alegrarme el día; creo que es la tortilla más deliciosa que he comido jamás. Cuando terminamos de desayunar, la lluvia continuaba sin dar tregua por lo que comenzamos a desmontar el campamento con la esperanza de en breve ver salir el sol, tal y como la previsión decía que pasaría. Me animó bastante el hecho de comprobar que, a pesar de las fuertes lluvias caídas, no nos había entrado ni una gota de agua en toda la noche por lo que la nueva tienda de campaña parecía haber sido una buena elección. Alrededor de las 11 pudimos ponernos finalmente en marcha.
El Camino del Norte comienza en el puente de Santiago sobre el río Bidasoa, frontera natural entre España y Francia, donde hay un mojón que indica que quedan exactamente 830 km para llegar a Santiago. Como ya habíamos estado en ese punto el día anterior, no volvimos atrás para comenzar la etapa allí sino que fuimos directamente hacia la empinada cuesta del Monte Jaizkibel, la primera de las muchas subidas que nos encontraríamos a lo largo de los 21 días de Camino. Así, para abrir boca, no estaba mal el comienzo de etapa.
Al principio me costaba hacerme con la bici porque no había tenido oportunidad de hacer rodajes con todo el equipaje cargado y según qué maniobra, me desequilibraba, por lo que mi concentración se enfocó durante unos kilómetros en dominar esta nueva configuración. Pero según fuimos avanzando mi atención se desvió hacia los preciosos paisajes que nos íbamos encontrando, atravesando bosques con el mar siempre a nuestra derecha imponiéndose tras las verdes montañas, por lo que rápidamente y casi sin darme cuenta fui haciéndome con la bici y no volví a sentirme incómoda.
Llegamos a Pasajes/Pasaia donde cogimos, en Pasai Donibane, un pequeño trasbordador quenos cruzó la ría Oiartzun y que nos dejó en Pasai San Pedro, lo que nos evitó hacer un largo rodeo. Esta no fue la única vez que tendríamos que embarcar bici y equipaje en una embarcación para continuar nuestro viaje, lo haríamos otras cuantas veces más en otras rías a lo largo de todo el camino, algo que en ningún momento nos desagradó ya que era trayectos muy bonitos para hacerlos sobre el agua. Afortunadamente, estas embarcaciones admiten bicicletas por lo que, por unos pocos euros, pudimos cruzar la ría sin ningún problema.
Pasajes es una localidad muy bonita que mantiene esa esencia marinera típica de los pueblos de pescadores, con sus calles adoquinadas con pasadizos y escaleras rodeadas de coloridas casas y galerías de madera. Como ya se nos hizo la hora de comer, aprovechamos para entrar en un supermercado y comprar algo y en un parque cercano, descansamos el tiempo justo de coger fuerzas para continuar.
Casi sin darnos cuenta entramos en San Sebastián/Donostia que nos dejó maravilladas por lo bonita que es. Fuimos bordeando toda su costa a través de la preciosa Playa de la Concha y llegamos hasta el otro extremo donde está situada la famosa escultura del maestro Chillida, el Peine del Viento, parada obligatoria para disfrutar y sacar unas fotos con las olas rompiendo al fondo.
Continuamos ruta por la Sierra de Mendizorrotz en dirección a Orio, lo que sería nuestra segunda subida seria del día, rodeadas de preciosas vistas. Al llegar a Igueldo, decidimos quedarnos en su camping (www.campingigueldo.com) ya que, al haber comenzado bastante tarde por la mañana esperando a que la lluvia nos diera un respiro y tras la larga parada que habíamos hecho en San Sebastián, la tarde se nos echó encima antes de lo esperado.
Los primeros días nos costaba un buen rato tener todo el campamento montado y organizado, así como las duchas, la colada, la cena, etc. Pero todo esto lo fuimos perfeccionando día tras día y unas jornadas más tarde comentábamos sorprendidas lo fácil que nos había resultado acostumbrarnos a las nuevas rutinas de la vida de camping. Eso sí, respecto a este punto, aconsejo llevar siempre buen material (el saco, la esterilla, etc.) ya que el descanso es fundamental y si no se recuperan fuerzas por la noche, la ruta del día siguiente puede ser más dura de lo necesario.
Por la noche, ya metidas en los sacos planeamos la siguiente etapa y, tras colgar un resumen del día en mi perfil de Instagram (@AinaSupersix), me quedé dormida hasta la mañana siguiente.
3 comentarios. Dejar nuevo
Me encanta…
Aupa txapelduna
Hola Aina
Si llevabas una btt con dos bolsas de bikepacking (delantera y trasera), ¿dónde llevabas la tienda de campaña?
Gracias y saludos
Hola, Javier.
La tienda la llevaba en la bolsa del manillar. Es de la marca Zefal y me cabe la tienda y alguna cosita más como una prenda de abrigo.
¡Un saludo!