Del Alentejo al Algarve.
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Del Alentejo al Algarve.
Estrenamos mes con un verdadero diazo. Diciembre ya está aquí, pero por el tiempo que hace, parece que estamos en primavera más que en invierno. Abandono Vila Nova de Milfontes por el puente sobre el río Mira preparada para vivir otro día espectacular. La etapa de hoy va a ser de las que más me han gustado de la parte sur de Portugal, entre otras cosas por su variedad de paisajes.
Los siguientes kilómetros van a discurrir entre viñedos y canales de riego. En alguna ocasión tengo que salvar caminos cortados por fincas privadas pero siempre encuentro una bonita y cercana alternativa a seguir.
Y así llego a Almograve, de nuevo estoy en la costa y en sus preciosos paisajes.
Continuando por la Eurovelo, a unos 8 km de Almograve llego al Cabo Sardão donde se encuentra un bonito faro que, tras él, esconde grandes tesoros.
Al llegar al faro, a mano derecha, sale un pequeño camino de tierra que, siguiéndolo, te lleva hasta unos acantilados que cortan la respiración.
A medida que voy recorriendo la zona, mis ojos no dan abasto con tanta belleza. Las paredes de los acantilados parece que te están trasmitiendo una lección acelerada sobre la formación de los continentes en los últimos millones de años.
Pero la sorpresa final llega un poco más tarde, cuando me fijo bien y descubro que hay nidos de cigüeñas salpicados por todos los riscos. Tengo la suerte de que, cuando estoy grabando un vídeo, una pareja me regala su crotorar que, desafortunadamente con el ruido del agua, no se aprecia bien pero me deja bonitas imágenes que se pueden ver en el siguiente vídeo.
Una sorpresa me espera al girar una curva cuando me encuentro con un terreno con avestruces, cebras y búfalos pastando y descansando en una finca privada. Me sorprende mucho verlos aquí y mi primera reacción es de rechazo pues no soy partidaria de sacar a los animales de sus hábitats naturales pero tengo que reconocer que se les veía bastante a gusto y eso me deja un poco más tranquila.
Continúo camino por una zona de invernaderos antes de llegar a Odeceixe, una preciosa población de casitas blancas formada en la ladera de un monte. Es aquí donde tengo un afortunado encuentro con 2 mujeres danesas que pasaban de los 70 años y hacían cicloturismo. Ellas iban en dirección contraria a la mía. Cuando las vi pensé que yo también quiero hacer lo mismo cuando tenga su edad. Hay personas que son realmente inspiradoras.
En vez de subir a lo alto del pueblo, escogí rodar por la preciosa Ribeira de Odeceixe, frontera natural entre el Alentejo y el Algarve.
Para terminar la etapa de hoy, ya solo me queda por recorrer 15 km por la planicie que recorre la Eurovelo para desviarme luego por un tramo de la Rota Vicentina antes de llegar al Parque de Campismo Serrao (www.campingserrao.com), el camping que hay unos 5 km antes de llegar a Aljezur.
Esa tarde, a la hora de instalar la tienda, estoy un buen rato decidiendo dónde colocarla ya que el suelo estaba muy duro en unas zonas y muy blando en otras y clavar las piquetas correctamente no era tarea fácil. Al final me decanto por una pequeña zona situada a unos 100 m de los baños.
Cuando tenía todo montado comenzó a llover, pero me dio tiempo a poner todo a resguardo y no se me mojó nada. Miré la previsión del tiempo y vi que daban lluvias para toda la noche, pero lo peor se esperaba entre las 6 y las 9 de la mañana siguiente, cuando además de llover con más fuerza, se preveían fuertes vientos. En ese momento me dieron mucha envidia todas las caravanas que había a mi alrededor con sus inquilinos durmiendo plácidamente en sus camas con sus edredones calentitos. No me quedaba otra que meterme en el saco, intentar descansar lo más posible y confiar en que las piquetas aguantasen el mal tiempo y la tienda no se me viniera abajo mientras dormía.