Visitamos la asombrosa Playa de las Catedrales.
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Visitamos la asombrosa Playa de las Catedrales.
Esta ha sido la primera noche que no ha llovido desde que comenzamos el viaje y además, el sol está saliendo y parece que va a hacer un gran día.
Antes de recoger el campamento, nos damos un paseo por los alrededores del camping y descubrimos esta preciosa playa a la que llegamos después de atravesar un maizal. Ya desde por la mañana temprano, empezamos a disfrutar de las vistas.
Apenas 10 kilómetros nos separan del Ponte de dos Santos, frontera entre Asturias y Galicia, pero antes de llegar allí, el camino todavía nos regala unos cuantos paisajes más que hacen que merezca la pena pararse un rato a mirar.
En Villadún tomamos un desvío hacia la Senda Costera del Faro de la Cruz. Por aquí estamos alargando la ruta en 5 kilómetros pero no podemos resistirnos al placer de recorrer el último tramo costero del Principado por este bonito camino.
Desde la Punta de la Cruz vemos la ensenada de Arnao con la ría al fondo, que en el lado Asturiano recibe el nombre de Ría del Eo y en el gallego la llaman Ría de Ribadeo.
Una vez en el Ponte dos Santos, miramos atrás y nos despedimos de la bonita Asturias y su preciosa costa que nos ha dejado completamente enamoradas. Espero tener la oportunidad de volver pronto por estas tierras para conocer el interior que estoy segura me gustará igual o más que su costa.
En Ribadeo tenemos dos opciones, continuar por el Camino de Santiago o seguir el Camino Natural Ruta del Cantábrico que continúa por la costa. Nosotras elegimos la segunda opción porque ya que estamos tan cerca, no queremos perder la oportunidad de visitar el Monumento Natural de la Playa de las Catedrales que tantas veces hemos visto en fotos. Por primera vez desde que salimos de Hondarribia, hace ya más de dos semanas, la ruta que recorremos carece prácticamente de desnivel por lo que es muy fácil de recorrer y además está muy bien señalizada.
A mitad de camino hacia la Playa de las Catedrales pasamos por Rinlo, un bonito y pequeño puerto pesquero. Allí, unos señores nos paran para interesarse por nuestro viaje y tras un rato de conversación, al contarles nuestros planes, nos informan que la próxima marea baja en las Catedrales es al atardecer, sobre las 8 de la tarde, por lo que tenemos que replantearnos la etapa. Nuestra idea era visitar la playa y seguir camino hasta Lourenzá, pero con esta información tenemos que plantearnos algunos cambios de planes.
Aunque apenas hemos recorrido 31 kilómetros, decidimos quedarnos a pasar la noche en el camping más cercano a las Catedrales, el Camping A Nosa Casa (www.campinganosacasa.com) donde nos pegan la clavada del viaje cobrándonos hasta más del doble de lo que hemos estado pagando en cualquiera de los campings donde nos hemos alojado hasta ahora. Ley de la oferta y la demanda o lo que es lo mismo, esto es lo que hay…
Para saber los horarios de las mareas con antelación, se puede visitar el sitio (www.ascatedrais.gal) o, si ya se está por la zona, consultar a los socorristas que están en la misma playa.
Tras montar la tienda, ducharnos y organizarnos, nos fuimos a comer algo a la terraza del Bar Restaurante Augas Santas, junto a la entrada de la playa, donde nos quedamos encantadas con la comida y con el trato recibido.
Por fin llegó la hora de la bajamar y comenzamos un inolvidable paseo por un sinfín de arcadas, cuevas, grietas y asombrosas formaciones rocosas que, a pesar de la gran afluencia de visitantes, disfrutamos hasta en los más profundo de su último recoveco. A partir de hoy, este va a ser uno de los sitios que recomiendo visitar al menos una vez en la vida.
Todavía maravilladas por lo que acabamos de ver, caminamos hasta el camping en la playa de Arealonga y antes de irnos a dormir, planificamos la ruta de mañana. Nos despedimos de la costa que ya no volveremos a ver hasta llegar a Finisterre cinco días más tarde.