Atravesando mil y un barrancos.
[lwptoc]
Atravesando mil y un barrancos.
A los pocos minutos de salir de Casillas del Ángel ya vamos en manga corta. Nos están haciendo unos días espectaculares y además, parece que en nuestro paso por Lanzarote y Fuerteventura, nos vamos a librar de los fuertes vientos que son tan característicos de estas islas.
Vamos dejando atrás el interior con sus volcanes al fondo, para encontrarnos con la costa por donde iremos bordeando la isla hasta llegar a Ajuy.
Nos espera un día duro y solitario. Los paisajes continúan la tónica de ayer, muy desérticos y despoblados pero de gran belleza.
Pasamos kilómetros sin cruzarnos con nadie y las cabras son los únicos seres vivos con los que nos encontramos.
Recorremos carreteras en zigzag para así salvar el desnivel con más suavidad, sin saber que lo más duro está por llegar.
Finalmente alcanzamos la costa. A partir de ahora comenzamos a atravesar numerosos barrancos con bajadas técnicas y pedregosas, y subidas duras y empinadas.
Y así, con mucho esfuerzo, vamos cruzando los barrancos de la Gaera, el Juncalete, los Negros y los Quemados entre otros.
En bastantes ocasiones, la dureza del terreno nos obliga a empujar la bici.
Por fin, en la parte más alta, estamos disfrutando de un pequeño respiro que nos da el camino cuando nos topamos con 2 aves a los que no me da tiempo a fotografiar en condiciones y solo consigo esta pobre imagen. Ahora tengo la duda de si eran cigüeñas blancas o tántalos africanos. ¿Alguien lo sabe?
(Días después de publicar esta entrada, Juanky, un lector canario del blog, me aclaró que se trataba de una pareja de alimoches. Desde aquí le envío mi agradecimiento).
De nuevo descendemos hasta meternos en el barranco de la Peña que, por un sinuoso camino, nos conduce hasta la Peña Horadada, un bonito arco natural que se ha formado en la roca junto a una pequeña playa.
En Ajuy nos volvemos a despedir de la costa a la que ya no volveremos a ver hasta el final del día.
Tenemos por delante unos kilómetros de asfalto que, tras la intensidad de la mañana, agradecemos. En Pájara paramos a comer un menú de comida típica canaria con Ropa Vieja como plato principal y durante el almuerzo, coincidimos con otros 2 bikepackers alemanes con los que charlamos animadamente y, ya que estamos, les echamos una mano con el idioma a la hora de pedir su comida a la camarera. Carsten y Christoph también recorren las Islas Canarias en bici como nosotras, pero en sentido contrario al nuestro.
Nos despedimos de nuestros nuevos amigos y continuamos ruta camino de Cardón. El cielo se está cubriendo de nubes que, con el azul del cielo y los ocres de la tierra, nos dejan unas bonitas imágenes.
En Cardón solo nos queda la última subida del día recorriendo un Camino Natural que se hace algo incómodo para ir en bici, más que nada por el peso del equipaje.
Una vez salvado este último inconveniente, empezamos una larga bajada por el barranco de Guerepe, que nos deja prácticamente a las puertas de Costa Calma. Ha sido un día duro y estamos cansadas y hambrientas, con muchas ganas de una buena ducha y una noche de sueño reparador. Por fortuna, mañana será un día tranquilo debido al horario del barco que nos cruzará a Gran Canaria, por lo que tendremos tiempo para recuperar antes de comenzar las duras jornadas que nos esperan más adelante.
2 comentarios. Dejar nuevo
Preciosa isla verdad?… diferente.
Creo que el ave que viste es un Alimoche, aquí le llamamos Guirre, por su apariencia de desaliñado, que por aquí decimos «enguirrao» a alguien así… jeje.
Son difíciles de ver, desaparecieron ha e años, pero están consiguiendo que vuelvan a volar por los cielos de Fuerteventura.
¡Efectivamente! He buscado imágenes del Alimoche y las he comparado con lo poco que pude grabar de esta pareja de aves y sí, eran alimoches. Muchísimas gracias por tu aportación, los pájaros en general siempre me han llamado mucho la atención y me encanta poder identificarlos cuando los veo.