Cumplimos nuestro sueño.
[lwptoc]
Cumplimos nuestro sueño.
Última etapa, no nos lo podemos creer pero así es, estamos a tan solo unos kilómetros de completar nuestro viaje, un sueño hecho realidad.
Salimos de Oliveiroa con el cielo cubierto pero las sonrisas en nuestras caras bastan para iluminar el camino. Nos sentimos plenas y exultantes, hoy nada nos va a privar de esta gran sensación.
Deshacemos el camino recorrido dos días atrás sabiendo que en breve estaremos de vuelta en nuestros hogares, de nuevo metidas en la rutina de la vida. Cualquier curva de la carretera, cualquier flor o piedra del camino, nos da una excusa para sentirnos profundamente agradecidas por lo que hemos vivido.
La niebla se va espesando, revistiendo la carretera de una nostálgica apariencia. Pasan los kilómetros sin cruzarnos apenas con algún que otro solitario peregrino.
Hasta el último día la naturaleza insiste en regalarnos sus tesoros.
Algún amable lugareño quiere rendir así un pequeño homenaje a los peregrinos. Lástima que hayamos llegado tarde y ya no queden manzanas en la caja.
Un pequeño muñeco de peluche, resguardado bajo una casita de piedras nos desea ¡Ulteria!, a lo que nosotras contestamos ¡Et Suseia!
Estas expresiones, al igual que ¡Buen Camino!, no dejan de escucharse en toda la ruta jacobea y es una manera de animar a los peregrinos a seguir adelante en su dura empresa de llegar a Santiago.
Últimas subidas, últimos esfuerzos. Nuestras piernas sumarán hoy algo más de mil cien metros de desnivel positivo y es que Galicia no perdona ni el último día.
Las torres de la catedral ya se adivinan en la lejanía. Cada vez vemos más cerca el final del viaje.
Y por fin hemos llegado a Santiago. La frase “querer es poder” ha tomado sentido para mí una vez más y una explosión de sensaciones me envuelve: alegría, felicidad, cansancio, alivio… Sin duda alguna, atreverse con la vida merece la pena.